Para elaborar este clásico de nuestra gastronomía seleccionamos cuidadosamente la mejor carne magra del cerdo ibérico de bellota, la condimentamos con nuestro aliño casero, la embutimos en tripa de cerdo y curamos las piezas durante 5 o 6 meses en secaderos y bodegas naturales.

Su sabor, jugosidad, color y aroma intensos son fruto del perfecto equilibrio entre magro y pimentón. Lo puedes disfrutar también en versión picante.

La presentación es al natural o en envase al vacío y recomendamos cortar en finas tapas para una óptima degustación.